simplemente así

Déjame correr hacia otro final donde no vas a estar,
dibujar paisajes en los cuales no estarás,
sonreír por mí y no por ti,
pues de no ser así nos vamos a destruir.

Sé que somos culpables de todo lo que sucedió,
de eso que nos que alegraba el corazón,
de eso monstruoso que el alma nos drenó;
nunca tuvimos la valentía para acabar el dolor,
y al final fue él,  quien de la peor forma  nos separó.

Era una película de terror pensar en una vida sin ti,
no sabía si la podría sobrevivir, pero hoy ya es así,
y simplemente la vida me demostró que puedo por mí,
que te extraño pero no te necesito.

Sé que somos culpables de todo lo que sucedió,
de esas mañanas grises que se iluminaban con una sonrisa,
de esas noches frías en las que las lágrimas no se contenían;
nunca tuvimos la valentía para acabar el dolor,
y al final fue él,  quien de la peor forma  nos separó.

Ahora debemos aprender a vivir sin depender,
a llenar los espacios vacíos con cosas buenas y no superfluas,
a soñar sin idealizar,  amar sin juzgar.
Pues ni el mundo, ni la vida se detienen;

ya que nada se acaba del todo, así te sientas poco.

Sé que somos culpables de todo el dolor,
pero también de todo el amor.

Déjame

Nos conocimos cuando nada pudo haber crecido,
tu tenías el corazón roto
y yo terminando de coser el mío. 

Disculpa si reniego una y otra vez,
pero no logro comprender a que juega el destino, 

pues sé que mientras te suspiro, 

tu deseas llevar el pasado al olvido. 

Déjame tus heridas  sanar 

y con mis manos tus mejillas secar.
Déjame tu llanto escuchar,
prometo que tu corazón no llegará a explotar.

Sé que todo esto puede terminar en confusión
y que estemos como amigos es lo mejor.
Perno es inevitable querer abrazarte,
soñar que despierto contigo.

La soledad no es nuestro destino
de una u otra forma estaremos unidos,  
así ambos tengamos las rodillas peladas de tanto caer, 
así nos deshidratemos de tanto llorar.

Déjame tus heridas  sanar 

y con mis palabras tu alma abrazar.
Déjame tu risas escuchar,
prometo que la vida por desamor no acabará

Una canción sin cantante

Ámame otra vez,
para  que mi sangre no vuelva ser hielo,
quiéreme otra vez para escuchar mis latidos de nuevo
o mejor vete de una vez  pues me he casado de ver mi alma en el suelo.

Creo, debes saber, que por ti pude sentir de nuevo,
mis labios encontraron su alterno,
mis lagrimas crearon su motivo
y el dolor halló su ceno.

Sé dentro de mi que así estamos mejor, 
pero es duro despertar y ver lo bueno. 
¿qué pasó con nuestros sueños compartidos? 
¿a dónde fueron los buenos sentimientos?
¿cómo matamos el respeto?
¿cuándo fue que acabo lo nuestro?

Sin esperar un presente juntos,  
te deseo todo lo bueno,
pues ambos agotamos el hablar
de nosotros en un siempre.

Quiere otra vez, pero quédate lejos.
por que más que extrañarte,
extraño a mi yo antes de todo esto.

Una canción triste para un día soleado

¿Cómo poder borrar lo que se siente?
si el aire carga el aroma de tu piel,
¿cómo esperar olvidarte?
Si hasta las sombras forman tu imagen.

En días como hoy pienso que tal vez
decir adiós fue nuestro mejor acuerdo,
pues ya he metido en la hoguera los recuerdos
y aun así te siento aquí en mi pecho.

Tantos minutos dibujando un futuro,
palabras que las lágrimas diluyeron,
pues al final no eras nada, no eras nada
de lo que yo imaginaba.

He metido en la hoguera lo siento,
pero como un embrujo tu nombre
aparece en cada sueño.
Las noches son tormentas y
las mañanas en promesas.

En días como hoy te escribo esto,
para quemarle e intentar empezar de nuevo,
para aprender vivir con tu ausencia.

Pues al final no eras nada, no eras nada
de lo que yo imaginaba.

¿Qué haces?

Si me preguntas, no lo sé,
es de esas pequeñas cosas,
que poco a poco toman forma,
y sin aviso se transforman
en inevitables y tontas alegrías.

¿Y qué haces si me enamoro?
Si encuentro que sin ti el mundo es poco,
si tu voz es la melodía,
con la cual mi cabeza
empieza el día.

Dime ¿qué haces si eres mi risa?
Si, soñarte es la mejor forma de terminar el día.
He dudado tantas veces en decirte todo esto,
en las noches me atormento
pensando que sí te cuento, te pierdo,
pues sé parece algo de momento,
pero créeme no es poco el tiempo que en ti pienso.

Y que haces si me enamoro,
Si encuentro que sin ti el mundo es poco,
Si el reloj indica las letras de tu nombre,
pues siempre cuento los segundos,
que faltan para verte en el horizonte.